En la novena de 1946 se lanzó la idea de regalar a la Madre del Carmelo una nueva capa para el próximo año. Se procedió a encargar la nueva capa a las MM. Adoratrices, taller muy activo en la Córdoba del momento, donde nueve hermanas ejecutaron la obra y se bendijo el domingo día 13 de julio de 1947. Se publicó un precioso folleto en el que se hace constar la bendición a las nueve y media de la mañana por el Excmo. Sr. Dr. Fray Albino, Obispo de la ciudad, siendo las madrinas La Señora Dª. Carmen Álvarez de Molleja y su hija Dª. Concepción Molleja de Rodríguez de Liébana. El folleto publicado por el P. Ismael de Santa Teresita lleva por título: “Solemnes Fiestas en el Santuario de la Virgen del Carmen de PP. Carmelitas Descalzos de Córdoba (San Cayetano), con motivo de la Bendición del nuevo Manto de la Reina del Carmelo”. En su interior se detallan las características de la capa o manto: raso blanco bordado en oro, plata y sedas y las medidas de cinco metros por tres. Presenta dos medallones en sedas con la Visión de Elías de la nubecilla (alegoría de la Inmaculada) y la Entrega del Escapulario a San Simón Stock. En el centro un gran escudo de la Orden que emerge entre nubes y serafines, flanqueado por trece palomas que llevan en sus picos cintas con nombres de la provincia de Córdoba donde hay o ha habido convento de la Orden, a saber: Córdoba, Bujalance, Lucena, Aguilar, Montoro, Espejo, Guadalcázar, Hinojosa y Castro del Río, y cuatro pueblos donde la Virgen es Patrona: Rute, Llanos de Don Juan, Palenciana y Zamorano. Dos ángeles sostienen el escudo de Córdoba bordado en preciosas sedas. En la revista Ecos del Carmelo se publica una larga lista de bienhechores que contribuyeron a la ejecución de la capa, como la Diputación, el Ayuntamiento, Gobernador civil, las Duquesas de Medinaceli, Infantado o Santoña entre otras personalidades junto a gran número de devotos anónimos .
Esa es la capa que aún procesiona la Virgen y que forma parte de esa historia de amor de los cordobeses hacia la Reina del Carmelo, ahora pasada a tisú de plata tejido a mano en Moncada (Valencia) de gran valor que la convierte en una obra única y enriquecida por las nuevas piezas bordadas por las cinco mujeres del taller de bordado de la Archicofradía. Se han incorporado las nuevas presencias del Carmelo en Las Ermitas y en Hornachuelos.
i SANTA TERESITA, ISMAEL DE, “El nuevo manto de la Virgen del Carmen de Córdoba”, en Ecos del Carmelo y Praga, febrero, 1948, pp. 43-46.