El cartel de las glorias de este año 2012 está dedicado a la Venerada Imagen de Nuestra Señora del Carmen del Convento de San Cayetano cuando queda menos de un mes para el Solemne Pontifical de su Coronación Canónica el próximo 12 de Mayo de 2012 en la Santa Iglesia Catedral de Córdoba.
Ha sido concebido el cartel por el P. Juan Dobado como si se tratase de una portada de grabado de los antiguos libros de imprenta barrocos. Se ha empleado plumilla, carboncillo y tonos sepias y tierras. A modo de una gran portada de medio punto flanqueada por pilastras se dispone como un gran arco de triunfo que alberga la bellísima Imagen del Carmen de San Cayetano.
Todo un repertorio iconográfico acompaña a la Imagen Carmelitana: Ella aparece en todo su esplendor, sobre su peana y luna de plata, con la capa de salida y luciendo ya el nuevo hábito bordado que se presentará el próximo 28 de abril. Cuatro virtudes se disponen a honrar a la Madre de Dios, la Esperanza y la Fortaleza sujetan una filacteria con el nombre de la popular advocación cordobesa: CARMEN DE SAN CAYETANO. Sobre el arco, se disponen otras dos virtudes: la Fe y la Templanza. Una guirnalda de flores y frutos recorre el exterior de la arquitectura con los doce nombres de las hermandades de gloria cordobesas que junto con el Carmen de San Cayetano forman las trece corporaciones gloriosas de la ciudad. Preside en la parte superior el escudo del Carmen Descalzo.
La corona de la Coronación aparece desdibujada entre los resplandores que desprende la Imagen del Carmen. Ella porta al Niño Jesús, que sí está coronado porque es el Amor, de ahí que no aparezca la virtud de la Caridad, que es el mismo Dios Encarnado. Los santos fundadores del Carmelo Descalzos, mientras escriben el encargo divino de las joyas de la mística universal, queden embelesados en la contemplación de la Madre del Carmelo.
En definitiva, se ha configurado un cartel a modo de los grabados antiguos de las glorias que se repartían como estampas entre sus devotos. Un tributo a esta forma de perpetuar su memoria “gloriosa” por generaciones y generaciones en la ciudad de Córdoba.