El poder de la vida que nace desde el costado del Crucificado no es más que el triunfo del amor sobre el pecado y el egoísmo, "no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos". Estamos en el tiempo de Pascua, el tiempo del Paso del Señor por nuestras vidas sembrando algo más que ilusión y optimismo, dejando impregnadas nuestras vidas de su misma VIDA. Ha triunfado el Señor de la Vida sobre todo lo que no es Dios. ¡Feliz Pascua del Señor Vivo y Resucitado!