COFRADÍAS CELEBRACIÓN DE LA PATRONA DE LOS MARINEROS
El Carmen perfuma la ciudad
San Cayetano y Puerta Nueva sacan en procesión a sus titulares por las calles cordobesas • La Archicofradía prepara la coronación canónica de su titular, que será el año que viene en la Catedral
El calor de estas fechas no ha sido impedimento para ver a la Virgen del Carmen, que salió en procesión ayer por las calles cordobesas como marca la tradición. Cientos de devotos llenaban la avenida de las Ollerías, El Realejo o Santa Marina que fueron algunos de los lugares recorridos por las dos procesiones que hubo en la noche de ayer.
Tanto la Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen como la Asociación de fieles del Escapulario sacaron en procesión a sus titulares ante la expectación de sus fieles. Este año, tanto una como otra contaron con una cantidad extensa de estrenos. Por un lado, la Venerable Orden Tercera del Carmen estrenó un hábito de camarín para la virgen pintado a mano y otro para el niño. Por su parte, la Archicofradía del Carmen ha terminado el palio y ayer lo mostró en procesión para el disfrute del pueblo cordobés. La bambalina interior lució su nuevo bordado.
Es éste un año especial para la Archicofradía de la Virgen del Carmen, pues ésta ha sido la última procesión antes de la coronación canónica de su titular. "El ambiente es fabuloso, todo el círculo carmelitano está apoyando a manos llenas la coronación", contó Catalina Hernández, hermana mayor de la Archicofradía. Se trata de un acontecimiento tan especial que la propia orden nombró a Juan José Cas como presidente de la comisión para la coronación. Fue en 2008 cuando la solicitaron al obispo, pero la ceremonia ya la maduraba la Archicofradía desde hace bastante tiempo, por lo que en estos últimos años se ha vivido un avance "espectacular". Con ella, "pretendemos que lo que sentimos se vea desde fuera hacia dentro. Es un reconocimiento a la devoción de La Virgen del Carmen a nivel popular", explicó Cas.
La coronación se celebrará en la Catedral el 12 de mayo, sitio ideal para un acto de estas características. "La Santa Iglesia Catedral es nuestra casa", afirmó Cas. El padre Juan Dobado puntualizó que la ceremonia aún está en preparativos con el Cabildo, pero Hernández avanzó que será una celebración solemne con una presencia amplia de frailes y de fieles, pues se cuenta "con el colegio del Carmen y sus familias". Además, habrá una gran representación de todas las hermandades del Carmen de España. La ceremonia será oficiada por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández.
La virgen saldrá de la iglesia conventual de San Cayetano y hará un triduo previo a la coronación en Santa Marina. De allí, se dirigirá a la Catedral para ser coronada y después volverá a su casa en solemne procesión.
La coronación supone una nueva etapa en la vida de toda la comunidad carmelita. Se trata de un paso adelante para seguir con una obra social más viva que nunca,y para que la devoción a la Virgen del Carmen siga arraigada en la población. "Es un empujón de la ciudad para seguir caminando con más ilusión", consideró Dobado.
Tanto la Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen como la Asociación de fieles del Escapulario sacaron en procesión a sus titulares ante la expectación de sus fieles. Este año, tanto una como otra contaron con una cantidad extensa de estrenos. Por un lado, la Venerable Orden Tercera del Carmen estrenó un hábito de camarín para la virgen pintado a mano y otro para el niño. Por su parte, la Archicofradía del Carmen ha terminado el palio y ayer lo mostró en procesión para el disfrute del pueblo cordobés. La bambalina interior lució su nuevo bordado.
Es éste un año especial para la Archicofradía de la Virgen del Carmen, pues ésta ha sido la última procesión antes de la coronación canónica de su titular. "El ambiente es fabuloso, todo el círculo carmelitano está apoyando a manos llenas la coronación", contó Catalina Hernández, hermana mayor de la Archicofradía. Se trata de un acontecimiento tan especial que la propia orden nombró a Juan José Cas como presidente de la comisión para la coronación. Fue en 2008 cuando la solicitaron al obispo, pero la ceremonia ya la maduraba la Archicofradía desde hace bastante tiempo, por lo que en estos últimos años se ha vivido un avance "espectacular". Con ella, "pretendemos que lo que sentimos se vea desde fuera hacia dentro. Es un reconocimiento a la devoción de La Virgen del Carmen a nivel popular", explicó Cas.
La coronación se celebrará en la Catedral el 12 de mayo, sitio ideal para un acto de estas características. "La Santa Iglesia Catedral es nuestra casa", afirmó Cas. El padre Juan Dobado puntualizó que la ceremonia aún está en preparativos con el Cabildo, pero Hernández avanzó que será una celebración solemne con una presencia amplia de frailes y de fieles, pues se cuenta "con el colegio del Carmen y sus familias". Además, habrá una gran representación de todas las hermandades del Carmen de España. La ceremonia será oficiada por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández.
La virgen saldrá de la iglesia conventual de San Cayetano y hará un triduo previo a la coronación en Santa Marina. De allí, se dirigirá a la Catedral para ser coronada y después volverá a su casa en solemne procesión.
La coronación supone una nueva etapa en la vida de toda la comunidad carmelita. Se trata de un paso adelante para seguir con una obra social más viva que nunca,y para que la devoción a la Virgen del Carmen siga arraigada en la población. "Es un empujón de la ciudad para seguir caminando con más ilusión", consideró Dobado.
El Día de Córdoba
La ciudad se tiñe de marrón carmelita
La Virgen del Carmen recorre solemnemente los barrios de Santa Marina y la Magdalena
Atrás quedaron los intensos días de novena. Guardada en la retina quedará la imagen del Carmen de San Cayetano luciendo la hermosa tiara de oro sobre el negro pelo de guapa cordobesa del barrio de Santa Marina. O las sentidas palabras del cofrade Carlos Herencia, pronunciadas en un exaltado pregón al Carmen de Puerta Nueva. Todo será ya un recuerdo de un mes de julio que poco a poco se aleja.
Un mes de julio que un año más nos dejó dos procesiones de la Virgen del Carmen por las calles de la ciudad. Comitivas que bajo una misma advocación recorrieron dos de los barrios más castizos de la ciudad: Santa Marina y la Magdalena.
La primera de ellas partió desde San Cayetano en una procesión que en momentos fue sencillamente exquisita. Tras la función principal, el cortejo se encontraba preparado en el interior de la iglesia de San Cayetano, al fondo ya se vislumbraba el blanco palio, primor de oro, seda y plata donde los carmelitas descalzos y su archicofradía procesionan a su patrona.
Un palio que en la noche de ayer lució totalmente bordado y estrenando dos jarras en plata de ley, que presagian cómo será el conjunto una vez culminado. No era el único estreno, ya que se pudieron ver las nuevas dalmáticas bordadas en oro o la recién remozada fachada de la iglesia de San Cayetano, que sirvió de escenario perfecto para la procesión, y es que el padre Juan Dobado, prior del convento, está en todos los detalles.
Así y a los sones de la banda de la Esperanza, la Virgen alcanzó la Cuesta de San Cayetano, donde momentos antes había pasado el pequeño paso de Santa Teresa de Jesús portado por una cuadrilla mixta de jóvenes costaleros, en su mayoría alumnos del colegio Virgen del Carmen.
Casi en paralelo, en Puerta Nueva, la Virgen del Carmen ya estaba recortada en el cielo cordobés. Otra estampa, otro ambiente, pero un denominador común: la devoción a la Madre del Escapulario.
La banda Tubamirum entonaba la primera marcha a la Virgen, que fue mecida entre un inmenso mar de gente que admiraba a la poderosa imagen de los carmelitas calzados.
Un año más, la ciudad se volvió a teñir de un intenso marrón carmelita.
Un mes de julio que un año más nos dejó dos procesiones de la Virgen del Carmen por las calles de la ciudad. Comitivas que bajo una misma advocación recorrieron dos de los barrios más castizos de la ciudad: Santa Marina y la Magdalena.
La primera de ellas partió desde San Cayetano en una procesión que en momentos fue sencillamente exquisita. Tras la función principal, el cortejo se encontraba preparado en el interior de la iglesia de San Cayetano, al fondo ya se vislumbraba el blanco palio, primor de oro, seda y plata donde los carmelitas descalzos y su archicofradía procesionan a su patrona.
Un palio que en la noche de ayer lució totalmente bordado y estrenando dos jarras en plata de ley, que presagian cómo será el conjunto una vez culminado. No era el único estreno, ya que se pudieron ver las nuevas dalmáticas bordadas en oro o la recién remozada fachada de la iglesia de San Cayetano, que sirvió de escenario perfecto para la procesión, y es que el padre Juan Dobado, prior del convento, está en todos los detalles.
Así y a los sones de la banda de la Esperanza, la Virgen alcanzó la Cuesta de San Cayetano, donde momentos antes había pasado el pequeño paso de Santa Teresa de Jesús portado por una cuadrilla mixta de jóvenes costaleros, en su mayoría alumnos del colegio Virgen del Carmen.
Casi en paralelo, en Puerta Nueva, la Virgen del Carmen ya estaba recortada en el cielo cordobés. Otra estampa, otro ambiente, pero un denominador común: la devoción a la Madre del Escapulario.
La banda Tubamirum entonaba la primera marcha a la Virgen, que fue mecida entre un inmenso mar de gente que admiraba a la poderosa imagen de los carmelitas calzados.
Un año más, la ciudad se volvió a teñir de un intenso marrón carmelita.
Diario Córdoba
